Un hombre puede imaginarse cosas que son falsas, pero solo puede entender cosas que son verdaderas, puesto que, si una cosa es falsa, su aprehensión de ella no es comprensión.
La educación es la que confiere a la persona una visión consciente de sus propios juicios y opiniones, así como la verdad para desarrollarlos, la elocuencia para expresarlos, y la energía para proponerlos.
Educar es dar al cuerpo y al alma toda la belleza y perfección de que son capaces.
Todas las personas desean conocer por naturaleza.
Educar es ayudar a desear lo bello.
Posgrado en Educación Clásica y Humanidades
A partir del curso académico 2024-25
En Madrid
Presencial
180 horas de clase
Durante dos años
A tiempo parcial (una vez al mes)
Más de 35 profesores y catedráticos de primer nivel de ámbito internacional
30 plazas para maestros, profesores, directores de colegios, padres y profesionales
183 euros / mes *
Con descuento por familia numerosa, becas y posibilidades de financiación
Coyuntura en la que se plantea el Posgrado
El Posgrado ofrecido por la Fundación CLE surge en un contexto educativo español caracterizado por:
Una fiebre generalizada por la innovación como símbolo de progreso y modernidad y por métodos que no están basados en las evidencias científicas.
La uniformidad de la oferta en la escuela concertada y privada debido a los criterios de los ránquines educativos.
Una reforma educativa que se caracteriza por lo siguiente:
Bajada generalizada del nivel educativo y devaluación del esfuerzo y del mérito.
Promoción de igualdad de resultados, no de oportunidades.
Devaluación del conocimiento a favor de un enfoque competencial.
Eliminación de los indicadores objetivos de medición del aprendizaje.
El alumno, al "llevar en sí la semilla del aprendizaje", construye su aprendizaje.
El sentimiento y las emociones son la vara de medir de la realidad, por lo que su papel está sobredimensionado.
Predomina el uso de las pantallas y un activismo pedagógico en todos los cursos escolares; lo que motiva es la actividad externa (estímulos frecuentes e intermitentes), no interna.
El fin de la educación es amoldar al alumno para que encaje en un proyecto social y político.
La ignorancia tiende a convertirse en un valor social.
Un mundo cada vez más tecnocrático y ultra especializado que da valor a las destrezas y a las competencias técnicas, pero que ha perdido de vista la unidad de los saberes, especialmente los que nos remiten a lo que significa ser humano.
Un mundo educativo que ha dejado de ser guardián de lo mejor de los saberes heredados en Occidente durante siglos.